Tres estudiantes regias buscar impulsar un cambio positivo en el cuidado y suministro del agua.
Ellas son Alejandra García López y Damaris Yarezi Rodríguez, del Centro Extra Académico Alfa Fundación, y Mariana Peña García, de la PrepaTec Eugenio Garza Sada.
Sus proyectos quedaron dentro de los 10 finalistas de los 85 que participaron en el Premio Nacional del Agua 2020.
Filtro de linaza
Alejandra y Damaris participaron con la propuesta de usar semillas de linaza para tratar el agua utilizada en la limpieza del hogar.
En las industrias, ejemplifica Damaris, utilizan floculantes químicos para filtrar el agua, pero los residuos siguen siendo contaminantes.
El proceso que proponen las chicas de 15 años es que el floculante sea un elemento natural: las semillas de linaza. Entonces, los residuos se convierten en fertilizante y el agua ya no tiene propiedades nocivas para el ambiente.
“El agua es un recurso no renovable y es vital. Me sorprendió mucho al ver toda el agua que desperdiciamos en hacer la limpieza del hogar. De ahí surgió la idea”, compartió Alejandra.
Además, encontraron que el 80 por ciento de las aguas negras se vierten al ambiente sin ser tratadas, de acuerdo con la UNESCO.
Agua para todos
Mariana participó con un proyecto que consiste en utilizar paneles solares en el funcionamiento de bombas de agua en comunidades donde no hay servicios básicos.
La futura estudiante de Ingeniería en Desarrollo Sustentable del Tec comparte que el agua se extrae del subsuelo de estas comunidades, por lo que se tiene que analizar cada contexto.
Su idea surgió en el 2018, cuando era voluntaria de las fundaciones Techo y Enrique Yturria García.
“(Fue) cuando fui consciente de las necesidades que hay con algunos recursos, como electricidad y agua”, expresó la estudiante de 18 años.
“Con aprendizajes que había obtenido, como diseño en 3D y moderación geoespacial, vi una forma de llevar agua a lugares aislados por bombeo del subsuelo”.
Aunque sin haber resultado ganadoras del galardón nacional, las tres desean continuar desarrollando sus proyectos.
Monterrey
Samantha Alcocer Martínez
Agencia Reforma