La misión Mars Sample Return podría optar por un vehículo privado para el aterrizaje en vez de la solución del JPL.
MIAMI
AGENCIAS
En la carrera espacial entre Estados Unidos y China no se proclamará un ganador hasta que una de las dos potencias pise suelo marciano. Sin embargo, hay una serie de metas intermedias que cualquiera de los dos países podría alcanzar primero. Entre ellas, traer muestras del planeta rojo.
La recuperación de muestras de suelo marciano es un logro inédito que Estados Unidos tenía, hasta hace poco, bien encaminado. El robot Perseverance de la NASA lleva cuatro años recogiendo núcleos de roca y depositándolos en una serie de tubos sellados que va dejando por Marte. Ahora mismo hay 27 tubos con aire y suelo marciano esperando a ser recolectados en una futura misión de recuperación y retorno a la Tierra.
Lo que no hay es un plan definido para hacerlo porque, el año pasado, la NASA decidió paralizar el desarrollo de la misión Mars Sample Return en un intento de contener su presupuesto, que amenazaba con alcanzar los 11 mil millones de dólares, más del doble de lo previsto. La consecuencia inmediata de esta decisión fue que China adelantara a Estados Unidos en la carrera por la recuperación de muestras marcianas.
A DETALLE
Elon Musk quiere enviar las primeras cinco Starship a Marte en 2026, y repetir la jugada en 2028 (unos plazos imbatibles, si se cumplen en los tiempos del magnate).
EN COMPETENCIA
La misión china Tianwen-3 consta de dos naves cuyo lanzamiento está previsto en 2028. Una aterrizará en Marte, taladrará el suelo y volverá a despegar hacia la órbita marciana. Otra recogerá las muestras en órbita y las traerá de vuelta a la Tierra para 2031. Estados Unidos, por su parte, tiene las muestras cuidadosamente seleccionadas y recolectadas, pero no tiene un plan para ir a buscarlas.