La experiencia se cuenta con el tiempo, pero los recuerdos y los momentos bellos es lo que más reconoce el silbante Julio César Condado, un árbitro porteño de la denominada vieja escuela.
Contó para LIBERAL DEL SUR que desde hace más 38 años comenzó a tener sus primeros roces con el arbitraje dentro del mundo del basquetbol, pues al vivir en el centro de la ciudad era muy allegado a la cancha Margarita Maza de Juárez y al Gimnasio 20 de Noviembre, ambos ubicados en la misma zona céntrica de la ciudad.
“Yo llegaba a cascarear con los amigos y casi siempre me quedaba a ver los juegos que habían, pero un día el señor Hugo Espinosa Argüelles, me invitó a anotar y ahí fue donde comencé a enrolarme hasta que él mismo me dijo que comenzará a pitar en los partidos, incluso los jugadores que ya me conocían me decían que ya me saliera de la mesa”, mencionó el experimentado árbitro porteño.
Su carrera como silbante sobre la duela empezó de la mejor manera, pues en esa entonces la Ola Verde jugaba en el máximo circuito del baloncesto mexicano, abriéndole las puertas del arbitraje nacional e internacional.
“Era obvio que comenzando no iba a pitar partidos de la Primera Fuerza, ni mucho menos partidos de la Ola, pero me dieron partidos de la ETI, equipos que estaban hasta abajo en la tabla y así fui cosechando mis primeros pininos hasta que un día me vio el presidente de Árbitros del Estado de Veracruz, el señor Valdivia y me invitó a silbar juegos estatales, regionales y femeniles de Primera Fuerza”.
LA OLA VERDE
“En el año 86’ me programaron mi primer partido de Liga Mexicana de Basquetbol, recuerdo que fue en el Gimnasio 20 de Noviembre, cuando estaba nuevo, era la Ola Verde contra Puebla, un partido que no se me olvidará por la envergadura que representa pitar un juego profesional”, mencionó Julio César.
Los partidos que le asignaban parecían tener mayor importancia, pues menciona que estuvo dentro del cuerpo arbitral en juegos de la Selección Mexicana, también silbó partidos amistosos de la Selección de Ecuador y de Panamá, cuando estos conjuntos se encontraban preparándose en territorio mexicano de cara a los Juegos Panamericanos.
Julio César, uno de los mejores árbitros porteños en su juventud, pero él mismo aclara que los años no perdonan, aunque su pasión por el silbato y la duela no le deja renunciar al basquetbol por lo menos hasta que no pueda hacerlo en su totalidad.
“Sabes que los años no perdonan y que todos nos cansamos, gracias a mi presidente Amalio me siguen dando juegos con menor exigencia como lo son los amistosos, los infantiles y juveniles, partidos que requieren menos desgaste físico, remarcó el exsilbante de la Liga Mexicana de Basquetbol (Limeba).
EL DÍA EN QUE SALUDÓ A LA ACTRIZ SALMA HAYEK
Aseguró que gracias al basquetbol pudo conocer gran parte del territorio veracruzano y él momento que nunca olvida fue cuando se encontró con la actriz de Hollywood, la porteña Salma Hayek.
“El papá de Salma era una de los patrocinadores de la Ola Verde, recuerdo que ella estaba en el partido y al pasar por su lugar nos saludó, todo un momento bello que recuerdo porque en esa entonces ella estaba grabando una novela en la Ciudad de México” recuerda el juez Julio César.
Mencionó que el mejor basquetbol de la región se juega en el Puerto de Coatzacoalcos, porque hace años y hasta la actualidad sigue dando jugadores importantes que terminan disputando torneos nacionales y estatales.
COATZACOALCOS
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