En un desarrollo impactante para el Medio Oriente, el grupo militante libanés Hezbolá ha confirmado la muerte de su líder, Hassan Nasrallah, en un ataque aéreo israelí. Según reportes oficiales del grupo, el ataque tuvo lugar en las últimas horas en una ubicación no revelada, en medio de las tensiones crecientes entre Israel y las fuerzas de Hezbolá en la región.
Nasrallah, quien ha liderado a Hezbolá desde 1992, era una figura clave en la política y las operaciones militares del grupo chiíta, con vínculos cercanos a Irán. Bajo su liderazgo, Hezbolá se consolidó como una de las organizaciones más poderosas en Líbano y como un actor influyente en los conflictos de Siria e Israel.
Este incidente marca un punto álgido en el conflicto entre Israel y Hezbolá, que ha estado en constante escalada durante años. Las tensiones entre ambas partes habían aumentado recientemente debido a los enfrentamientos en la frontera sur del Líbano y el sur de Israel.
El gobierno israelí, por su parte, no ha hecho declaraciones inmediatas sobre el ataque ni ha confirmado su responsabilidad en la operación que llevó a la muerte de Nasrallah.
Reacciones internacionales
La noticia ha generado una ola de reacciones en la región y en la comunidad internacional. En Líbano, los seguidores de Hezbolá han expresado su indignación y dolor por la pérdida de su líder, mientras que otros sectores del país han manifestado su preocupación por el posible recrudecimiento del conflicto con Israel.
El gobierno de Irán, principal aliado de Hezbolá, ha condenado el ataque y prometido represalias, calificando la muerte de Nasrallah como una “agresión directa” que no quedará sin respuesta.
Mientras tanto, países como Estados Unidos y Francia han instado a la calma en la región y a evitar una escalada mayor del conflicto, temiendo que la muerte de Nasrallah desencadene un ciclo de violencia incontrolable.
Un legado controversial
Hassan Nasrallah será recordado por su papel en la resistencia contra Israel, así como por su influencia en la política regional. Sin embargo, también ha sido una figura controvertida, acusado de liderar una organización que ha sido señalada por actos de terrorismo y violaciones de derechos humanos.
Con su muerte, queda por verse quién tomará las riendas de Hezbolá y cómo afectará esto la dinámica de poder en Líbano y en el resto del Medio Oriente.
Agencias
Medio Oriente