La Fiscalía de Guatemala, acusada el pasado 1 de septiembre de promover un “golpe de Estado” por parte del presidente electo, Bernardo Arévalo de León, arremetió ayer martes nuevamente contra el proceso electoral, al abrir cajas con votos de los comicios del pasado 25 de junio, una acción sin precedentes y considerada como “ilegal” por el tribunal electoral.
“Están tomando medidas desesperadas para tumbar la democracia en Guatemala porque no ganaron en las urnas”,explicó a periodistas el diputado Samuel Pérez, integrante del Movimiento Semilla, el partido de Arévalo de León, como reacción a las diligencias judiciales.
La Fiscalía, amparada por una orden emitida por el juez penal Fredy Orellana, allanó una sede del Tribunal Supremo Electoral para acceder a 160 cajas que contenían los votos de la primera vuelta celebrada el pasado 25 de junio y realizó un recuento de los sufragios.
Esta diligencia “surge de la denuncia de un ciudadano que argumentó ilegalidades“, alegó el fiscal Rafael Curruchiche, que está a cargo de la apertura de las cajas electorales y que en 2022 fue sancionado por Estados Unidos bajo denuncias de corrupción y socavamiento de la justicia.