Una filtración de datos masiva revela que el software espía de la empresa israelí NSO Group se utiliza para atacar a activistas, periodistas y figuras políticas en todo el mundo.
El Proyecto Pegasus es una innovadora investigación colaborativa en la que han participado más de 80 periodistas de 17 organizaciones de medios de comunicación de 10 países bajo la coordinación de Forbidden Stories, organización sin ánimo de lucro de medios de comunicación con sede París (Francia), y con el apoyo técnico de Amnistía Internacional, que realizó análisis forenses punteros de teléfonos móviles para identificar rastros del software espía.
“El Proyecto Pegasus pone al descubierto que el software espía de NSO es el arma preferida de los gobiernos represivos que intentan silenciar a periodistas, atacar a activistas y aplastar la disidencia, poniendo en peligro innumerables vidas”, manifestó Agnès Callamard, secretaria general de Amnistía Internacional.
“Estas revelaciones echan por tierra cualquier afirmación de NSO de que tales ataques son poco frecuentes y obedecen a un uso fraudulento de su tecnología. Aunque la empresa afirma que su software espía sólo se utiliza en investigaciones penales y de terrorismo legítimas, está claro que su tecnología facilita la comisión de abusos sistemáticos. NSO dibuja una imagen de legitimidad mientras saca provecho de violaciones de derechos humanos generalizadas.”
“Está claro que sus acciones plantean preguntas más amplias sobre la absoluta falta de regulación que ha dado lugar a un ‘salvaje oeste’ de ataques abusivos generalizados contra activistas y periodistas. Hasta que esta empresa y la industria en su conjunto puedan demostrar que son capaces de respetar los derechos humanos, se debe suspender con carácter inmediato la exportación, venta, transferencia y uso de tecnología de vigilancia.”
En una respuesta escrita dirigida a Forbidden Stories y sus organizaciones de medios de comunicación socias, NSO Group aseveró que “niega rotundamente…las acusaciones falsas” del informe. Escribió que los reportajes del consorcio se basaban en “suposiciones equivocadas” y “teorías no corroboradas” y reiteró la “misión que salva vidas” de la empresa.
LA INVESTIGACIÓN
En el centro de esta investigación se encuentra el software espía Pegasus de NSO Group que, una vez instalado subrepticiamente en el teléfono de las víctimas, proporciona al atacante pleno acceso a los mensajes, correos electrónicos, elementos multimedia, micrófono, cámara, llamadas y contactos del teléfono.
A lo largo de la próxima semana, los medios de comunicación asociados al Proyecto Pegasus —incluidos The Guardian, Le Monde, Süddeutsche Zeitung y The Washington Post— publicarán una serie de historias en las que revelarán información detallada sobre la selección de dirigentes mundiales, figuras políticas, activistas de derechos humanos y periodistas como posibles objetivos de este software espía.
A partir de los datos filtrados y sus investigaciones, Forbidden Stories y los medios de comunicación asociados identificaron posibles clientes de NSO en 11 países: Arabia Saudí, Azerbaiyán, Bahréin, EAU, Hungría, India, Kazajistán, Marruecos, México, Ruanda y Togo.
NSO Group no ha tomado las medidas adecuadas para poner fin al uso de sus herramientas para la vigilancia selectiva ilegítima de activistas y periodistas a pesar de que sabía, o habría debido saber, que se estaba produciendo.
“Como primera medida, NSO Group debe cerrar de forma inmediata los sistemas de los clientes cuando haya pruebas fidedignas de uso indebido. El Proyecto Pegasus aporta ingentes pruebas de ello”, afirmó Agnès Callamard.
ATAQUES CONTRA LA FAMILIA DE KHASHOGGI
Durante la investigación también han aparecido pruebas de que antes y después del asesinato del periodista saudí Jamal Khashoggi en Estambul el 2 de octubre de 2018 a manos de agentes saudíes, y pese a que NSO Group lo haya negado en repetidas ocasiones, se atacó a miembros de su familia con el software Pegasus.
El Laboratorio sobre Seguridad de Amnistía Internacional estableció que se había instalado Pegasus en el teléfono de Hatice Cengiz, prometida de Khashoggi, cuatro días después de su asesinato.
Su esposa, Hanan Elatr, también recibió reiterados ataques con el software espía entre septiembre de 2017 y abril de 2018, y su hijo Abdullah fue seleccionado como potencial objetivo junto con otros miembros de la familia en Arabia Saudí y Emiratos Árabes Unidos.
En una declaración, NSO Group respondió a las denuncias del Proyecto Pegasus que su “tecnología no guardaba relación alguna con el atroz asesinato de Jamal Khashoggi”. La empresa explicó que ya había “investigado anteriormente esta denuncia —inmediatamente después del brutal homicidio— que se realizaba de nuevo sin respaldo”.
CONTINUARÁ…
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Fuente: https://www.amnesty.org
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