Elizabeth Aviña/LIBERAL Se hará una investigación a fondo para deslindar responsabilidades.

El IMSS reconoce errónea identificación de cadáveres

El Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) respondió a los reclamos de una derechohabiente que denunció el extravío del cadáver de su esposo, muerto por Covid-19 el pasado 4 de julio, y el cual terminó en poder de otra familia por error.

En un comunicado, el IMSS reconoció que en el Hospital General de Zona número 36, los restos del señor Ángel Lucas Rueda le fueron entregado a la familia de Ángel Guillén, fallecido el mismo día por Covid-19 por una “errónea identificación” de cadáveres.

En el informe, el IMSS asume que se hará una investigación a fondo para deslindar responsabilidades y ofrece una sentida disculpa a las dos familias.

Esto se dio a conocer en las redes sociales del Diario LIBERAL DEL SUR el pasado lunes, luego de que la esposa de Ángel Lucas Rueda, Dulce María Andrade Valdez, buscara el apoyo de medios de comunicación para denunciar que no le estaban haciendo caso en el hospital 36, ya que no le querían dar los restos de su marido.

En su reclamo, la deuda expresó que el personal médico la tenía marginada con su exigencia, pues su esposo entró enfermo presuntamente por pulmonía, y después le dijeron que había muerto por Coronavirus.

“Me habló el doctor para decirme que mi esposo había fallecido, el sábado ya no lo puede llevar a la funeraria por que estaba saturada, me dijeron que hasta hoy lo íbamos a venir a sacar para los demás papeleos, resulta que desde las 9:00 de la mañana que andamos aquí, hasta esta hora mi esposo no aparece”, declaró en la primera entrevista con LIBERAL DEL SUR.

Casi 24 horas después, el IMSS concluyó que todo se había tratado de un error al momento de entregar los cadáveres de dos personas que se llamaban igual, parecidos físicamente, y que habían muerto el mismo día.
Los dos cuerpos estaban almacenados en el mortuorio del IMSS, pero la funeraria de Dulce María Andrade Valdez, se atrasó al ir a recoger el cadáver.

Al momento de reconocerlo, la familia de Ángel Guillén se lo llevaron por equivocación y lo cremaron.
Sus cenizas recibieron los sacramentos de rigor, y posteriormente por personal del IMSS, que intervino para mediar en el conflicto, se enteraron que no eran los de su difunto.

La tarde del martes, Dulce María Andrade Valdez finalmente pudo llevarse la urna con las cenizas de su ser amado, ahí declaró a la prensa que emprendería acciones para que se investigue a fondo que pasó con su caso, y que no se repita.

Contó que Ángel Lucas Rueda era un excelente padre, trabajador, muy querido por su familia, y que deja una hija huérfana.

PERSEGUIDA POR LA DESGRACIA
Pero esta no es la primera vez que en la familia hay una desgracia, el matrimonio de Ángel y Dulce perdió hace unos años a una hija de 10 años, luego de que esta fue atropellada frente a la tienda Sams.

Ángel y Dulce se quedaron únicamente con Angélica Naomi de 11 años, quien era su motivo para seguir adelante cada día.

Dulce, además de ser ama de casa preparaba chiles rellenos y mole los fines de semana para conseguir un ingreso extra para la casa.

Coatzacoalcos
Elizabeth Aviña

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