Eguan y su inspiración

Su esposa Hortensia Cervantes Portas es un pilar fundamental en su vida, detalló que “desde entonces ha sido mi regulador y mi termómetro”.

COATZACOALCOS
GABRIEL GARCÍA-MÁRQUEZ

Jesús Antonio Pérez Eguan, el pintor, muralista, escultor, humanista y libre pensador, reconoce que su vida ha tenido episodios de varios colores, por lo que ahora planea disfrutar el tiempo con su esposa los últimos años y también pintar en una cúpula grande.

-¿CÓMO ES TU VIDA FAMILIAR HOY EN DÍA?

Mi esposa y yo estamos solos, ya nuestros hijos volaron, tenemos una casa que está muy bonita para nosotros dos solos. Son 5 recámaras y 3 baños, y un precioso jardín con muchas flores, está llena de cuadros y esculturas que yo mismo he realizado y que son de mi colección particular, solo para exposiciones. Mi esposa es la dueña de todo, nos gusta estar solos, por eso no hacemos fiestas ni reuniones; todo lo tiene muy limpio y ordenado. A mí me sube el celular, el pañuelo, me da la llave, me carga el teléfono, se ocupa al cien por ciento de que yo salga de casa correctamente. No somos de lujos, pero vivimos muy bonito y alegres. Por su inteligencia y prudencia es exactamente la esposa idónea para mí.

Conocí a mi esposa cuando éramos muy chicos y desde entonces ha sido mi regulador y mi termómetro. Me dice cuando la estoy regando, no es que le haga caso en todo, pero la tomo en cuenta siempre. Tenemos tres hijos y cuatro nietos maravillosos y saludables.

-¿CÓMO Y DÓNDE CONOCISTE A TU ESPOSA?

“Cuando conocí a mi esposa, Hortensia Cervantes Portas, me dio su número de teléfono, no tuve la precaución de apuntarlo y ella dejó de ir a la iglesia y ya no la volví a ver. Pregunté por ella y fue hasta dos años después que me acordé de su número, pedí un teléfono prestado y le llamé, ella me contestó aun cuando tenía prohibido levantar el teléfono. Todas mis cuñadas tenían prohibido hablar por teléfono, eran 9 mujeres y todas eran muy bonitas, de tez blanca, ojos azules o verdes. Quedamos de vernos y ahí nació entre nosotros algo que nos unió hasta ahora.

Mi suegro era muy estricto, entonces no me permitían llegar ahí, porque yo venía de la calle, de lavar coches, de hacerles los mandados a las prostitutas, de cargar maletas en el ADO, de pelar papas en el mercado, pues tenía que trabajar de lo que fuera para conseguir 25 pesos diarios para sostenerme y mantener a mis hermanos, y además me consideraban muy feo.

Mi suegra se llamó María Portas, igual que la pitonisa de Napoleón Bonaparte, que era un personaje muy importante, porque antes de ir a la batalla acostumbraba consultarla para que le dijera cómo iba a estar la batalla. La coincidencia es que mi suegra es Portas y también es de ascendencia francesa.

De cualquier manera, en 1976 Hortensia y yo nos casamos. Desde entonces y hasta la fecha ya tenemos 45 años de matrimonio. Ellos vinieron de la Colonia Domínguez allá por Rodríguez Clara, su padre es descendiente de español y su mamá de francés. En esa colonia vive pura familia de ellos, la entrada está como a unos 6 kilómetros de la ciudad de Rodríguez Clara, por la carretera de Acayucan que va hacia la Ciudad de México. Ahí viven pura gente de apellidos Cervantes, Domínguez, Portas y Rodríguez, pero están emparentados entre sí. Ese lugar se inició como si fueran húngaros, ahí vivía la familia de mi esposa, mi suegro y la mayoría de su familia, es una propiedad privada prácticamente. Ahí las mujeres están dedicadas a cuidar a sus familias y a vigilar a sus hijos. Hacen queso, la comida es muy rica. Esa es su temática de vida. Hoy es un lugar chilero y piñero, todos son agricultores, ahí circulan los tractores y las camionetas van llenas de productos del campo, todos se dedican a la agricultura.

-¿ES CIERTO QUE UN DÍA TE DECLARARON MUERTO?

Yo le llamo a ese episodio la “Eguanresurrección”. El 9 de mayo de 2014 sufrí un derrame cerebral. Fui internado de emergencia en la Clínica 36 del IMSS. Con todos los diagnósticos y pronósticos en contra, al parecer, como resultado de trabajar más de 20 horas diarias. Después de varios días en coma inducido fui descartado para entubarme debido a la gravedad de mi situación y solo esperar el momento de mi muerte habiendo sufrido ya tres convulsiones críticas y con los signos vitales al mínimo solicitaron la presencia de mi esposa e hijos para despedirse de mí y proceder a desconectarse de los aparatos que me sostenían con vida. Recuerdo que me vi en la azotea del seguro observando todo a mi alrededor, no escuchaba ruido alguno, solo observaba y observaba en medio de una niebla que no obstante me permitía leer los anuncios de las fondas que rodean el hospital. Estaba observante, sin prisa alguna, en un estado extraño, pero a la vez envuelto en una total y profunda paz jamás experimentada. Pasó el tiempo y de pronto escuché o más bien tuve la sensación de decodificar una información, fue como una impregnación, sin sonido, solo la idea “Regresa a casa… regresa a casa” y sentí como un flash explotó en mi cerebro. Abrí los ojos y estaba en la realidad, me sentía entre feliz y desilusionado, como que no quería abandonar el estado anterior. Estaba en la eterna dualidad. Empecé a escuchar voces, órdenes, pasos apresurados, murmullos, ruidos como metálicos, arrastraban cosas, frases como “No es posible” “No puede ser, pero sí, ya estaba muerto”. Luego fui tomando conciencia de las cosas. Me sentía ligero y fuerte a la vez, me llené de una alegría profunda, como un campo de energía en todo mi cuerpo, tan intensa la sensación de felicidad indescriptible. Acepté que era un hombre nuevo, mi vida había cambiado, todo cambió en mí. Hoy estoy seguro de que físicamente morí, pero a cambio espiritualmente nací. Soy diferente y me siento diferente. Hoy ya no busco a Dios afuera, abandoné los templos, ya no busco a Dios en los cielos, porque a Dios ya lo encontré adentro, más cerca que mi propio aliento.

-¿TIENES ALGÚN ESCRITOR QUE SEA TU PREFERIDO?
Tengo varios: Gabriel García Márquez, Octavio Paz, Juan Rulfo, Salvador Freixedo, Anthony de Melo, Jodorowsky Jacob Grinberg. Y además entre mis filósofos favoritos están Baruch Espinoza, Kant, Nietzsche, Descartes, Rousseau, Platón, Séneca y una interminable lista de pensadores de todos los tiempos.

-¿DE TUS OBRAS, CUÁLES SON LOS MURALES QUE MÁS TE GUSTAN?

Además de este que acabo de concluir sobre Frida en el restaurante Kaffia, uno de los que más me gustan es “Tarde de Pescadores”. Este mural lo pinté en el restaurante Hermanos Hidalgo Carrión, a petición de la señora Lourdes Hidalgo Carrión. Realmente es un mural espectacular. Traté de que respirara el mural y aun cuando se le quitó espacio, la obra quedó imponente. Son más de 60 metros cuadrados de mural y sucedió que cuando ya estaba terminado lo vi y dije “lo tengo que rediseñar”. La señora Lourdes me contestó “Haz lo que quieras”. Entonces me puse a trabajar de nuevo y me informé con pescadores y lo adapté a la temática que me habían pedido y lo logré. Por cierto, el niño que aparece con los pescadores que vienen cargando unos pescados, es mi hijo más pequeño que en ese momento tenía entre 6 o 7 años, actualmente tiene 30 años.

Otro mural que me gusta es uno que pinté en la Hacienda de los Rojas. Recuerdo que estuve trabajando como un año en Tehuantepec pintando un mural muy grande, que está en la Hacienda de los Rojas. Es un restaurante y un parque temático para niños, en el cual se retrata todo el tema revolucionario, porque ahí fue prácticamente donde se gestó la revolución. Ese mural lo hice en el año 2003 y mide 128 metros cuadrados.

Anteriormente en el año 2002 pinté el mural en el restaurante Asador del Istmo de Acayucan que se llama “Sombras de mi Tierra” de 48 metros cuadrados. En mis obras siempre me gusta jugar con la luz, usar los claroscuros, el contraluz como es el caso de “Sombras de mi Tierra”.

-¿TIENES ALGÚN SUEÑO PENDIENTE DE CUMPLIR O MURAL POR REALIZAR?

Sí, disfrutar el tiempo con mi esposa los últimos años y pintar en una cúpula grande.
Espero que alguien me pida “Pinta lo que quieras, aunque me ofendas”. Con “Viva la Vida”, el mural que dedico a Frida Kahlo, inicio una serie de 10 murales que planeo pintar para retirarme. Me siento bendecido, pleno, feliz y pienso que hay que dejarles paso a las nuevas generaciones. Todo lo que me he propuesto lo he logrado en mis múltiples facetas artísticas. Hoy han nacido en mí nuevas ilusiones y el gran espíritu que mora en mi corazón me guiará hacia nuevas sendas, estoy seguro.

Los murales de Eguan le dan color a Coatzacoalcos, porque lo mismo están en iglesias que en restaurantes, oficinas de gobierno, salones de eventos, clínicas, hoteles y hasta en paleterías.

Al finalizar esta entrevista es como dar un paseo enciclopédico de arte y murales, que despierta el interés por la pintura y por visitar estos sitios donde el muralista Eguan ha dejado huella con su pincel y su imaginación incansable, y su desobediencia hacia lo establecido, convirtiéndose en el pintor desobediente.

SUS PINTORES PREDILECTOS

  • Da Vinci
  • Miguel Ángel
  • Diego Velázquez
  • Édouard Manet
  • Claude Monet
  • Edgar Degas
  • Camille Pissarro
  • Van Gogh
  • Toulouse Lautrec
  • Salvador Dalí
  • Saturnino Herrán
  • Rafael Cauduro
  • Daniel Lezama

“Mi estilo es académico-impresionista, pinto mis murales mezclando pintura vinílica con clara de huevo (temple de huevo) y óleo cuando es en caballete. También trabajo lápiz, acuarela, carboncillo y técnicas mixtas como el acabado sobre relieve”
Eguan

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