El plan de asesinato frustrado era supuestamente para vengar la muerte del general iraní Qasem Suleimani, muerto en 2020, según la acusación.
ESTADOS UNIDOS
AGENCIAS
El Departamento de Justicia estadunidense reveló ayer viernes los cargos en un presunto complot iraní para asesinar a Donald Trump antes de las elecciones presidenciales que ganó el republicano.
Según la acusación, el plan de asesinato frustrado estaba supuestamente dirigido por el Cuerpo de la Guardia Revolucionaria Islámica de Irán (IRGC, por sus siglas en inglés) para vengar la muerte del general iraní Qasem Suleimani, muerto en 2020 en un ataque estadunidense en Irak ordenado por el entonces presidente Trump.
Esta guardia islámica encargó el 7 de octubre a Farhad Shakeri, de 51 años, que se cree que está en Irán, un plan para matar a Trump, informó en un comunicado.
Shakeri y otros dos hombres, Carlisle Rivera, de 49 años, y Jonathon Loadholt, de 36, ambos de Nueva York, fueron acusados por separado de conspirar para matar a una periodista iraní-estadunidense disidente en Nueva York.
Rivera y Loadholt se encuentran bajo custodia estadunidense y comparecieron ante el tribunal de Nueva York el jueves, según el Departamento.
“Los cargos anunciados hoy exponen los continuos intentos descarados de Irán de atacar a ciudadanos estadunidenses, incluido el presidente electo Donald Trump, otros líderes gubernamentales y disidentes que critican al régimen de Teherán“, afirma el director del FBI, Christopher Wray.
El Departamento de Justicia describió a Shakeri como un “activo del IRGC residente en Teherán”. Dice que emigró a Estados Unidos cuando era niño y fue deportado alrededor de 2008 después de cumplir 14 años de prisión por robo.