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Debido a la necesidad de aumentar provisiones totales en 59%, ante los riesgos de impagos por el Covid, durante el cuarto trimestre del 2020 la utilidad neta de Grupo Financiero Banorte cayó 34% anual, a 5 mil 966 millones de pesos. Estas provisiones totales, clasificadas como obligatorias y adicionales, se ubicaron en el último cuarto del año pasado en 5 mil 993 millones de pesos.
Las adicionales, que estaban en cero un año atrás, se fijaron en 2 mil millones de pesos para contar con un “colchón” en caso de que en el futuro no le devuelvan el dinero de algunos créditos.
Además, Banorte aplicó “castigos” anticipados a la cartera (reconociendo créditos como incobrables) por un monto 406 millones de pesos.
Marcos Ramírez Miguel, director general del Grupo, explicó que esta medida es con el fin de adelantarse a posibles impagos de créditos durante el 2021 por el impacto del coronavirus en la actividad económica y la segunda ola de contagios que se está presentando.
“A pesar de las adversidades hemos encontrado la forma de mantenernos fuertes y hoy Banorte es una de las instituciones mejor capitalizadas y estamos listos para enfrentar el 2021”, destacó.
“Decidimos actuar un poco antes de la ola, para que tuviéramos un año (2021) limpio”.
Reveló que luego del vencimiento del programa de diferimiento de pagos, el 12% de los créditos dentro del programa, unos 75 mil 600, presentan retrasos en sus pagos.
En términos de monto, la institución detalló que estos créditos representan menos del 1% de su cartera total.
Sin los ajustes contables anteriores, la utilidad neta del Grupo habría crecido 14%, en comparación con el mismo periodo del 2019.
Durante todo el 2020 se registró una utilidad neta de 30 mil 508 millones de pesos, cifra inferior en 16% respecto al 2019.
México
Marlen Hernández/Reforma
