Dikembe Mutombo, una de las figuras más icónicas en la historia del baloncesto, falleció a los 58 años debido a un cáncer cerebral, según anunció la NBA este lunes. El pívot, célebre por su característico gesto de negar con el dedo tras bloquear tiros y su trayectoria de 18 temporadas en la NBA, deja un legado que trasciende el deporte.
Mutombo fue reconocido no solo por ser uno de los mejores defensores de la liga, sino también por su labor filantrópica. Durante su carrera, fue nombrado cuatro veces Jugador Defensivo del Año y fue seleccionado para ocho Juegos de Estrellas. Acumuló 3,289 bloqueos, siendo el segundo máximo bloqueador en la historia de la NBA.
Fuera de la cancha, el impacto de Mutombo fue igual de trascendental. Como Embajador Global de la NBA, utilizó su plataforma para mejorar la vida de las personas, especialmente en su natal República Democrática del Congo. Fundó la Fundación Dikembe Mutombo en 1997 y construyó un hospital de 170 camas en Kinshasa, que ha atendido a cientos de miles de personas sin importar su capacidad de pago.
Adam Silver, comisionado de la NBA, lo describió como un “humanitario en su esencia”, recordando cómo el pívot utilizaba el baloncesto como herramienta para generar un impacto positivo en comunidades alrededor del mundo. “Dikembe era más grande que la vida”, comentó Silver, destacando su generosidad, su profunda voz y su inolvidable sonrisa.
El legado de Mutombo seguirá vivo a través de su impacto en las comunidades a las que ayudó e inspiró, y su espíritu indomable será recordado por generaciones de fanáticos del baloncesto y más allá.