Liberal del Sur – Periodismo Trascendente Noticias de Coatzacoalcos y el Sur de la Región
Dos fotografías de Victoria Rasgado Pérez se encontraban en las escaleras del palacio municipal de Coatzacoalcos, junto a ellas: Veladoras encendidas y arreglos florales, así se despedían de ella en el gremio periodístico.
En una de las fotos ella lucía un ajuar y cadenas con dijes propios de la cultura zapoteca del Istmo, se trataba de un autorretrato, en la segunda con un vestido negro, vivos en verde turquesa y una manicura con finos acabados, una imagen captada por su amiga, Brenda Callado.
Pero en las dos imágenes, había una similitud, la sonrisa brillante, auténtica y de enorme carisma de Vicky Rasgado.
Junto a sus imágenes, estaban los camarógrafos, reporteros, fotógrafos, editores amigos y compañeros que trabajaron todos los días junto a ella, y quienes compartíeron su amistad y cariño.
La primera en dar unas palabras acerca de Vicky Rasgado, fue Brenda Callado una entrañable amiga que sufrió con la pérdida de la reportera, de la alcaldesa, pero sobre todo de su hermana del alma.
Ella recordaba todo el cariño que sentía por Vicky y especialmente cómo es que a pesar de que muchas personas la dañaron aún así, ella siempre les tendió la mano, aunque no lo merecieran.
“Vine a despedir a una de mis mejores amigas que me deja una gran hueco en el alma, desde ayer recuerdo su entereza, su enorme corazón. Yo no entendía como es que ella era capaz de recibir una cachetada y poner la otra mejilla. La gran enseñanza que me dejó es que sabemos que hubo personas que le hicieron daño y después cuando necesitaron de ella ahí estuvo para ellos y para todo el pueblo de Moloacán” expresó.
Al igual que Brenda, muchos compañeros y amigos de ella recordaron su trabajo en vida, hablaron acerca de cómo ella siempre estuvo dispuesta a ayudar a los demás, sin esperar nada a cambio.
Las lágrimas estuvieron regadas por doquier, los recuerdos estaban a flor de piel, y los deseos de que encontrará el descanso eterno se elevaban al cielo.
Descanse en paz, Victoria Rasgado Pérez.
Coatzacoalcos
Sendic Aguirre
