Desea de regalo del Día del padre que su hijo se cure

Emmannuel Salazar Olivo, es un padre de familia trabajador que lejos de querer un coche último modelo, un reloj de marca, o un celular de alta gama, para este día del padre quiere solamente un regalo, que su hijo se mejore y que ya no sufra.

Desde hace dos semanas, un accidente en su hogar, marcó la vida de toda de su familia y los ha puesto a sufrir a todos día y noche al ver a uno de los más pequeños con dolor y llanto.

Él, como muchas personas, había escuchado el tema de las quemaduras, pero siempre pensó nunca me va a pasar, jamás se imaginó enfrentarse a la pesadilla de ver a su hijo combatir esa problemática.

Todo pasó hace unas semanas cuando una integrante de su familia cargaba una olla de agua hirviendo para llevarla al baño y meterse a bañar, pero el pequeño de apenas 7 años corrió frente a ella, al no verlo, se tropieza y todo el líquido cae sobre el pecho y los brazos del menor.

De inmediato lo llevaron a la clínica de Pemex, donde lo ingresaron y le notifican que tiene quemaduras de segundo grado en el 20 por ciento de su cuerpo con pecho, abdomen y brazos quemados.

Ahí mismo le dan la opción de que su hijo pueda ser trasladado al hospital de Pemex en Minatitlán, pero, al ser este una unidad Covid, prefiere dejarlo aquí en Coatzacoalcos.

Todos los días Emmanuel veía a su hijo que no soportaba el dolor, como lloraba, como los lavados mecánicos en la herida eran un suplicio y como inclusive tenían que inyectarle derivados de morfina para que soportara el pequeño el dolor.

Ante esta situación, busca en Internet, cómo ayudarlo, y se encuentra con la fundación “Te queremos ayudar” y es que el personal de esta agrupación lo comienza ayudar, le brinda unos parches especiales para la atención en quemaduras y es que su hijo comienza a tener una mejora, a sufrir menos.

“El mejor regalo del día del padre, es que se mejore mi hijo, que no tenga secuelas, que salga bien, verlo correr, verlo jugar, que todo sea como era antes. A los padres de familia, les digo que tengan mucho cuidado, que extremen precauciones, hay veces que uno no llega a tener la precaución necesaria, y este accidente es 100 por ciento evitable”.

Reconoce que cuando pasa un accidente de este tipo, nunca hay que buscar culpables, porque lo único que se logra es que la familia se quiebre, sino hay que buscar soluciones y tratar de que no se vuelva a repetir.

En estos momentos, toda vía su hijo Emmanuel, se encuentra en recuperación, y lo único que le pide a Dios es fortaleza para que su niño pueda crecer y tener una vida normal, que ese accidente no lo marque para siempre, sino sólo sea una anécdota más.

“Fue algo inesperado, es un accidente muy doloroso para mi niño, para toda nuestra familia. Es algo muy fuerte que uno piensa que nunca nos va pasar, uno piensa que es ajeno a ello, hasta que te pasa”
Emmannuel Salazar Olivo

COATZACOALCOS
SENDIC AGUIRRE