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Casi siete años después del debut de la primera película, la actriz de 32 años todavía se está recuperando de la filmación y admite que “nunca ha podido hablar de esto con sinceridad”.
Hasta ahora. Como le dijo recientemente a Vanity Fair, “Me inscribí para hacer una versión muy diferente de la película que terminamos haciendo”.
¿La raíz de esos problemas? Ella lo llama un “combo” entre el estudio, el director, pero sobre todo el autor detrás de la serie.
“Ella tenía mucho control creativo, todo el día, todos los días, y solo exigía que sucedieran ciertas cosas”, recordó Dakota. “Había partes de los libros que simplemente no funcionarían en una película, como el monólogo interior, que a veces era increíblemente cursi. No funcionaría decirlo en voz alta. Siempre fue una batalla. Siempre”.
Y como explicó Dakota, las cosas se complicaron aún más cuando Charlie Hunnam se retiró (finalmente fue reemplazado por Jamie Dornan), lo que llevó a E.L. (cuyo nombre real es Erika Mitchell) a desechar el guion original.
“Hacíamos las tomas de la película que Erika quería hacer, y luego hacíamos las tomas de la película que queríamos hacer”, señaló la actriz, que en ese momento tenía 23 años. “La noche anterior, yo reescribía escenas con el diálogo anterior para poder agregar una línea aquí y allá. Era como un caos todo el tiempo”.
¿Estaba cerca de gritar la palabra segura? Bueno… “Si hubiera sabido en ese momento que iba a ser así, no creo que nadie lo hubiera hecho”, admitió. “Hubiera sido como, ‘Oh, esto es psicótico’. Pero no, no me arrepiento”.
Hoy, sin embargo, ella no está viendo rojo. “Erika es una mujer muy agradable y siempre fue amable conmigo”, agregó. “Y estoy agradecida de que ella quisiera que yo estuviera en esas películas”.
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