“La Cuaresma es un tiempo para reflexionar, perdonar y reconciliarse, para volver a Dios”, señalan las hermanas Franciscanas de este municipio hidrómilo, pues no es solamente dejar de comer carne, sino “dejar de comerse a los hermanos”, con acciones y palabras negativas.
Al respecto de la violencia que ha invadido este municipio hidrómilo, las religiosas aseguran que “es necesario tener a Dios en nuestro corazón, en el hogar, en la familia y en el entorno social”, pues cuando hay amor, el odio y la violencia desaparecen.
Agregando que “actualmente muchas personas ya no tienen temor de Dios, es lo que se refleja por la maldad que existe y que se hace presente en la violencia”, pues si todos contribuyeran a seguir las enseñanzas de Jesús, no sería necesario que hubiera tantos policías.
Agua Dulce
Alfredo Santiago H.