Liberal del Sur – Periodismo Trascendente Noticias de Coatzacoalcos y el Sur de la Región
Viajar en carretera siempre ha sido un peligro, sobre todo en las carreteras del sur de Veracruz donde el tráfico se ha vuelto muy denso, especialmente por la cantidad de tráilers que recorren estas vías que comunican al centro con el sur y el sureste del país.
Una de las carreteras donde se registra el mayor número de accidentes es la autopista Cosoleacaque-La Tinaja, donde con frecuencia suceden accidentes por volcaduras de tráilers, pipas o colisiones de todo tipo. Sin embargo, lo más peligroso de recorrer estas autopistas es el riesgo de ser asaltado a cualquier hora.
Tal parece que el cambio de estrategia utilizado por las corporaciones policiacas no está funcionando, porque anteriormente las patrullas de la llamada Policía Federal de Caminos recorrían frecuentemente los tramos y esto ayudaba a los automovilistas que se sentían protegidos tanto para evitar ser asaltados, como por correr a gran velocidad con el riesgo de propiciar una colisión o volcadura.
Ahora, lo que hacen es poner retenes en lugares cercanos a las casetas de cobro, pero curiosamente dejan desprotegidos a los automovilistas en los sitios donde se cometen una y otra vez asaltos a mano armada.
Específicamente hay un punto al pasar la caseta de Acayucan que es conocido como Dehesa, un pequeño poblado cercano a la carretera de donde salen los asaltantes con armas de fuego o con machetes y se les atraviesan a los conductores poniendo algún obstáculo o atravesándoles otro vehículo, para robarles sus pertenencias, dinero y celulares.
Lo extraño es que nunca llega ninguna corporación de estas que andan revisando automóviles o nada más entorpeciendo el tráfico. Ni la Guardia Nacional división Caminos, ni la Policía Estatal ni la Marina se aparecen en esos momentos.
La población de Dehesa donde viven estos maleantes es un lugar pequeño, que si se lo propusieran podrían realizar un cateo casa por casa, para descubrir quienes portan armas y así encontrar a los asaltantes de caminos, que hacen lo que se les viene en gana, porque nadie los persigue y nadie los atrapa.
¿Por qué si hay un punto exacto donde paran a los conductores sean choferes de transporte de carga, autobuses y vehículos con familias no se instalan en ese punto para evitar que se sigan cometiendo estos atracos?
Tan solo la semana pasada he sabido de más de diez personas conocidas que han sido asaltadas en este punto. Ojalá las autoridades competentes puedan hacer algo para brindarle seguridad a la ciudadanía, sobre todo a las familias que viajarán durante estas vacaciones a otras zonas del país.
Gabriel García-Márquez
