Elizabeth Aviña/LIBERAL: Han optado por evitar el uso del ferrocarril.

Cambia la ruta migrante en Coatzacoalcos; cruzan por mar desde Villa Allende

La ruta migratoria por el sur de México continúa transformándose y adaptándose ante el endurecimiento de controles por parte de las autoridades migratorias. En la zona de Coatzacoalcos, cada vez es más común observar a migrantes ingresando por mar a través de la comunidad de Villa Allende, principalmente personas originarias de Venezuela, así como de otros países de Sudamérica y el Caribe como Cuba, Haití y Nicaragua.

Guillermo Ramírez Garduza, director de la organización humanitaria Santa Faustina Kowalska, informó que ante el creciente flujo de personas que cruzan por esta vía marítima, se ha habilitado una nueva casa del migrante para atender a los desplazados que arriban en condiciones precarias.

“En Villa Allende hemos visto un cambio significativo en las rutas. Muchos migrantes están llegando por el mar, buscando nuevas formas de cruzar. Es un riesgo extremo; ellos mismos lo dicen: o mueren en su país, o mueren intentándolo”, señaló Ramírez Garduza, quien lleva años ofreciendo ayuda humanitaria en el sur del Estado.

UNA RUTA MÁS PELIGROSA,PERO MENOS VIGILADA

Los migrantes han optado por evitar el uso del ferrocarril —históricamente una de las principales rutas hacia el norte—, debido a los constantes operativos del Instituto Nacional de Migración (INM) y la Guardia Nacional. Ahora, muchos caminan por largas jornadas, abordan autobuses clandestinos o, como en el caso de Coatzacoalcos, se arriesgan a cruzar por mar en pequeñas balsas o lanchas improvisadas desde puntos cercanos en Centroamérica o el Istmo de Tehuantepec.

El cruce por mar, aunque menos vigilado, implica riesgos graves: las balsas no cuentan con medidas de seguridad y no es raro que algunas naufraguen.

Tenemos conocimiento de personas que han perdido la vida en el intento, sobre todo cuando el oleaje es fuerte o el motor de la lancha falla”, agregó el activista.

NUEVA CASA DEL MIGRANTE

Frente a este contexto, la organización Santa Faustina Kowalska puso en marcha una segunda casa del migrante, habilitada gracias a un inmueble otorgado en comodato por un particular. En este nuevo espacio se ofrecerán alimentos, un lugar para dormir, atención básica en salud y la oportunidad de que los migrantes se recuperen del desgaste físico y emocional del viaje.

“Es una acción humanitaria, no hacemos distinciones. Aquí llegan personas muy lastimadas, muchas veces con hambre, enfermas o en shock por lo vivido en el trayecto”, explicó Ramírez Garduza.

EN SU MAYORÍA:

  • Venezuela
  • Cuba
  • Haití
  • Nicaragua

UN FLUJO CONSTANTE

De acuerdo con datos del Instituto Nacional de Migración y organizaciones no gubernamentales, el flujo migrante en 2024 ha alcanzado cifras históricas en la frontera sur de México. Tan solo entre enero y marzo, más de 360 mil personas migrantes fueron registradas en el país, y la tendencia se mantiene en aumento.

En el caso de Coatzacoalcos, su ubicación estratégica entre el Golfo de México y el Corredor del Istmo la convierte en un punto de tránsito atractivo, aunque cada vez más peligroso. La migración no se detiene, solo se transforma, buscando nuevos caminos en medio de políticas restrictivas, persecución y pobreza estructural en los países de origen.

COATZACOALCOS
AGENCIAS

 

 

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