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Dos bombas camineras estallaron el sábado al paso de un vehículo de las fuerzas talibanas en el este de Afganistán, matando a dos civiles, entre ellos un niño.
Informaron funcionarios talibanes y de salud que otros cuatro civiles resultaron heridos.
El jefe de policía del distrito, Ismatullah Mubariz, agregó que ningún combatiente talibán resultó lesionado.
Nadie se atribuyó de momento la responsabilidad del ataque, pero el grupo Estado Islámico está activo en la provincia oriental de Nangarhar, donde ha lanzado ataques frecuentes contra los talibanes.
Un funcionario de un hospital local dijo que dos cadáveres y cuatro civiles heridos fueron trasladados al hospital después del ataque. El funcionario habló bajo condición de anonimato porque no estaba autorizado a informar a los medios.
ISIS ha mostrado recientemente indicios de expansión en Afganistán, con ataques en el norte y el sur del país, así como en la capital, Kabul. La capacidad del grupo para lanzar ataques frecuentes ha arrojado dudas sobre la capacidad de los talibanes para mantener la seguridad y la estabilidad en el golpeado país.
La economía está destrozada y los talibanes se apoyan en ex tecnócratas
La semana pasada, ISIS se atribuyó la responsabilidad de un atentado suicida en una mezquita chií en el sur de Afganistán que mató a 47 personas e hirió a decenas más. Fue el ataque más letal desde la dramática salida de Estados Unidos del país, que permitió a los talibanes tomar el control de la capital afgana y otras zonas del país.
UNA BOMBA MATA A 4 ELEMENTOS DE SEGURIDAD EN PAKISTÁN
Una bomba caminera estalló el miércoles 20 de octubre al paso de un vehículo que transportaba fuerzas de seguridad en un antiguo bastión de milicianos locales en el noroeste de Pakistán, matando a cuatro, informó la policía.
El ataque ocurrió en Bajur, un distrito en la frontera de Pakistán con Afganistán. El área sirvió como base para los talibanes paquistaníes hasta hace unos años, cuando el ejército dijo que había limpiado la región de insurgentes, pero la violencia ha continuado allí.
Nadie reivindicó de momento el ataque más reciente.
El oficial de policía Abdul Samad Khan dijo que dos policías y dos soldados murieron en el ataque. Dijo que se lanzó una operación de búsqueda en la región para encontrar a los responsables.
Khan se negó a conjeturar sobre quién podría estar detrás del ataque, pero las sospechas recayeron sobre los talibanes de Pakistán, que se han envalentonado por el regreso al poder de los talibanes en la vecina Afganistán, donde se cree que todavía se esconden miles de milicianos paquistaníes.
Pakistán y Afganistán comparten una frontera de 2 mil 400 kilómetros (mil 500 millas) reconocida internacionalmente, la llamada Línea Durand, que se trazó en el siglo XIX cuando los británicos dominaban el sur de Asia. Kabul nunca ha reconocido esa frontera.
AGENCIAS INTERNACIONAL
