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Alfredo Santiago/LIBERAL
El tradicional ojo de agua conocido como El Chorrito, que se ubica en la colonia Díaz Ordaz, en terrenos propiedad de la Sección 22 del sindicato petrolero, fue ampliado en días pasados y se convertirá en alberca natural dentro del complejo recreativo que está proyectando en esa zona.
Fue en la década de los años 50’s cuando se perforaron pozos petroleros exploratorios en varios puntos de lo que hoy es la zona urbana de Agua Dulce, algunos fueron muy productivos y otros no generaron nada, en este caso particular se toparon con un manto acuífero.
En aquella época la tecnología era limitada, de hecho, la mayoría de los pozos bautizados como Tonalá fueron someros, es decir, que apenas y alcanzaban una profundidad muy superficial de apenas 800 metros, en comparación con las perforaciones modernas de miles de metros.
Cuentan los petroleros que el equipo que perforó se encontró con un manto acuífero, por lo cual procedieron a taponar el tubo de revestimiento de 6 5/8 pulgadas, pero el agua se filtró por el espacio anular de la tubería, naciendo el famoso chorrito.
AMPLIACIÓN
Por muchos años El Chorrito funcionó como punto de abastecimiento de agua limpia para cientos de familias, además de personas que llegaban a bañarse y pasar el rato, siendo un lugar preferido de los estudiantes que se escapaban de las clases en la desaparecida preparatoria 15 de Agosto, cuando algunos hidrómilos que vivieron esas épocas.
El pasado fin de semana, maquinaria pesada procedió a ensanchar los alrededores del tubo que sobresale de la superficie y que ha permanecido por casi 70 años en el sitio, pues la idea es ubicar en ese punto una alberca natural.
Esta complementará las albercas artificiales y campos deportivos, entre otros espacios recreativos que está proyectando la Sección 22 a corto y mediano plazo; en estos momentos la maquinaria pesada empareja el terreno de las áreas y caminos del complejo.
