En esta sesión legislativa el líder del PRI Alejandro Alito Moreno perdió el control dejó su escaño para encarar al presidente del Senado, Gerardo Fernández Noroña y solicitarle la palabra, pero en cuestión de segundos se convirtió en una fuerte discusión. “No me ponga el dedo encima, ¡no me ponga el dedo encima!”, manifestó Noroña, y la reacción de Alito fue comenzar a decir una y otra vez: “¡A mí no me grites, a mí no me grites!”. El presidente del Senado respondió exigiéndole que respetara su cargo y lejos de bajar el tono de voz, Moreno contestó: “¡Date a respetar!”. Moreno Cárdenas finalmente se alejó de Noroña hasta que senadoras intervinieron.
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AGENCIAS