Liberal del Sur – Periodismo Trascendente Noticias de Coatzacoalcos y el Sur de la Región
Un día, Mafalda llegó a las manos Umberto Eco: quedó fascinado. Se encargó del álbum que se editó en Italia en 1969 titulado Mafalda la contestataria. En el prólogo escribió que “no se trata solamente de un personaje de historieta más; es, sin duda, el personaje de los años setenta. Si para definirla se utilizó el adjetivo ‘contestataria’, no es sólo para alinearla en la moda del anticonformismo. Mafalda es una verdadera heroína ‘rebelde’, que rechaza el mundo tal cual es”.
Esta niña nació en el seno de una típica familia de clase media argentina de los años sesenta. Cuando la historieta comenzó en 1962, tenía cuatro años pero en el transcurso de los números está en tercer o cuarto grado de la escuela primaria, es decir, tiene unos ocho años. Su papá es un oficinista que trabaja en una compañía de seguros, estructurado y amante del orden; su madre es una ama de casa que estudió en la universidad y quiso ser pianista.
Guille es el hermano menor y tiene cinco amigos: Felipe, Manolito, Susanita, Miguelito y Libertad. Cada uno responde a una personalidad diferente que resultan antagónicas y simbióticas. Mafalda, que funciona como la gran articuladora. Muchos de los personajes son hoy símbolo, como Susanita, que encarna el espíritu conservador resistente al feminismo. Sin más preámbulos, diez viñetas inolvidables de este clásico argentino que publica Ediciones De la Flor, que hoy cumple 57 años.
Agencias/Internacional
