ESCALERAS: El sistema educativo ha cambiado debido al coronavirus.
Algunas universidades han notificado a los estudiantes y padres de familia que a partir del próximo semestre, a iniciarse en el mes de agosto, sistema híbrido de enseñanza.
Mitad presencial y mitad digital.
Es el único camino que resta ante una epidemia que parece inderrotable y todos los días, los jefes políticos disputan la mejor estrategia sanitaria, a tal grado que, por ejemplo, siete gobernadores se mantienen en contra de Amlove y sus medidas y de plano el gobierno federal ya soltó a cada uno para agarrar camino.
PASAMANOS: Resulta significativo que en la educación superior privada definieran su postura en tanto en las universidades públicas todavía siguen pensando, esperando, quizá, la orden de la Secretaría de Educación Pública.
Peor, si se considera que el siguiente semestre está encima.
Por fortuna, parece que la SEP ya trascendió, por lo pronto, en el sistema básico que en las escuelas primarias y secundarias irán con todo por la educación en línea.
Tan es así que los dueños de escuelas primarias particulares están dándose “de topes con la pared” porque les cambia por completo su estrategia económica.
CORREDORES: En un oficio del Tecnológico de Monterrey, uno de los más acreditados del país luego de la UNAM y el Politécnico, informan a los padres y alumnos de medidas rigurosas en caso de darse las clases presenciales.
Todas, tendientes a garantizar su salud.
Incluso, cancelando servicios institucionales y que van desde la biblioteca hasta los campos deportivos.
Es más, incidiendo en las llamadas Residencias y en donde viven los chicos.
BALCONES: La vida está cambiando en más de 180 grados.
Por ejemplo, en las dependencias federales sopesan de plano trabajar en línea, primero, porque así les ha funcionado en los últimos tres meses y cachito, y hasta con mejores resultados.
Segundo, porque se están ahorrando el gasto de la energía eléctrica.
Tercero, porque como tienen muchas oficinas alquiladas los contratos serían cancelados.
Cuarto, porque de pronto han descubierto, ajá, que hay un exceso de personal, y sopesan la tijera burocrática lo más pronto posible.
Y quinto, porque en tiempo de la 4T con la austeridad, el coronavirus ha abierto las puertas y las ventanas para seguir con el recorte burocrático.
PASILLOS: Han, entonces, las universidades mirar hacia el extranjero, expertos con la educación digital.
Si el COVID obligó a tales circunstancias, la nueva vida laboral y educativa está teniendo carta de adopción.
En Japón, hay robots despachando como meseros en restaurantes y auxiliares en los hospitales públicos.
La producción de muñecas sexuales en China y Japón alcanza elevado ritmo en estas horas de confinamiento.
Nadie pensó en que llegaríamos a los abracitos, besitos y relaciones sexuales virtuales.
VENTANAS: Alfonso Caso, más de cien libros escritos y publicados en el siglo pasado, autor de la famosa Cartilla Moral de AMLO, decía que en México siempre llegamos con cincuenta años de atraso a la civilización.
Es, sería, de nuevo, el caso. Desde hace muchos años, el siglo pasado, las escuelas privadas del extranjero imparten clases en línea. Maestrías y doctorados en línea. Exámenes profesionales en línea.
Incluso, en muchas nacionales, el trabajo diario en línea y desde la casa.
La casa es el nuevo salón de clases y centro laboral del mundo.
Y en México hemos de aplicarnos para pulir y volver a pulir la metodología educativa y laboral.
“¡Aquí nos tocó vivir y qué le vamos a hacer!” exclama un personaje novelesco de Carlos Fuentes Macías.